La libertad física debe ir acompañada de la libertad del alma; como dijo nuestro Meshiaj Yeshúa, si el Meshiaj os liberta, seréis verdaderamente libres. Porque una cosa es salir de Egipto y otra es que Egipto salga de ti. Mientras Egipto no salga de nosotros no somos verdaderamente libres.
Entonces, Yeshúa les dijo a los yahuditas que habían creído en él: “Si ustedes permanecen en mi mensaje, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”.
Ellos le respondieron: “Somos descendientes de Avraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Llegarán a ser libres”?
Yeshúa les respondió: “En verdad, en verdad les digo que todo el que practica el pecado es esclavo del pecado.
Yeshúa les respondió: “En verdad, en verdad les digo que todo el que practica el pecado es esclavo del pecado.
El esclavo no permanece en la casa para siempre; el Hijo sí permanece para siempre.
Así que, si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres.
(Juan 8:31-36)
(Juan 8:31-36)
Todas las vidas son mías; tanto la vida del padre como la vida del hijo son mías. La persona que peque, ésa morirá. (Eze 18:4)
Amados, yo los exhorto como a peregrinos y expatriados, que se abstengan de las pasiones carnales que combaten contra ustedes. (1Pe 2:11)
Shalom al pueblo de Yisra’el
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