El principio de la salvación es el interés individual de la persona de querer ser salvado, una vez superado este principio viene el sacrificio individual de la persona, que consiste en negarse a sí mismo de las cosas del mundo que los conecta con el paganismo, se conoce como teshuvá, que tiene que ver con retornarse del mundo al camino de nuestro Abba.
Nuestro Creador nos ha entregado el comino a seguir para salvarnos, inicialmente su instrucción fue oral, siendo en un principio ÉL directamente, luego nos entregó sus instrucciones de manera escrita, en el monte del Sinaí, posterior a eso nos envió a los profetas para advertirnos de nuestros pasos equivocados, y para tener un ejemplo más claro de cómo debemos poner en práctica en nosotros la salvación, nos envía a su hijo, a Yeshúa ha’mashiaj como su ungido.
Debemos tomar en consideración lo siguiente, la “palabra”, el “ungido”, el “hijo”, la “Torat”, la “luz” todos son el mismo Yeshúa. Cuando nos referimos a cualquiera de estas palabras nos referimos al hijo del Padre nuestro creador y cuando nos referimos al hijo hacemos referencia a la voluntad de YHWH.
Por esta misma razón debemos honrar al hijo y a la vez estamos honrando al Padre, ya que el hijo es la expresión misma del Padre, es decir, él representa la voluntad del Padre. Esto tiene que ver que el hijo en el principio era la palabra misma de YHWH, y su palabra expresa su voluntad.
Adorar a Yeshúa como salvador es idolatría, Yeshúa es salvación, ese es su propósito delante de nosotros y su Padre que le envió, que por medio de él conozcan al Padre que es quien salva, solo ÉL a través de su palabra que viene a ser el mismo hijo en persona.
Yeshúa nos instruye a través de él mismo como ejemplo, que lo imiten en sus acciones y vean sus obras. Yeshúa se ha convertido en nuestro guía, nuestro rabi, nuestro maestro, nuestro pastor, nuestro sacerdote. Yeshúa mismo nos ha aclarado que uno solo es nuestro Padre, Elohim y salvador, y que en él todos seremos salvados.
Una vez aclarado lo antes expuesto, solo me queda explicarles muy seriamente lo siguiente:
El avance de cada instrucción de nuestro Padre en nuestra vidas, adquirimos salvación, cada vez que ponemos en práctica sus mandamientos en nuestro vivir diario, obtenemos salvación de Él, cada vez que cumplimos con las moadin, cada vez que entendemos su propósito en nosotros.
Pero cada vez que dejamos de hacerlo, en ese momento ya perdimos nuestra salvación. Cada vez que obtienes un entendimiento de su palabra, progresas, pero al no ponerla por obra en tu vida estas muerto delante de ÉL, es decir, eres cortado y echado al fuego para tu exterminación.
Así que hermanos, amigos y seguidores, esto no es un juego, esto es todo o nada, o eres gentil o eres su pueblo. Es mejor que si no está claro en esto, busque ayuda en la Tanak, pues es muy doloroso que viva toda una vida fingiendo ser parte del ÉL y la verdad es que puede no ser así.
Shalom al pueblo de Yisra’el
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