¿A quién sigo?

Es importante detenernos un momento, para hacernos una auditoría a nosotros mismo y analizar la voluntad de a “quien realmente seguimos”. Muchas personas conocen mucho de biblia pero mas no las entienden, por la percepción de las mismas como fueron percibidas, educados en la idolatría, bajo una mente mística, mágica y religiosa.

Voy a dar varios ejemplos, para desincorporar la mala compresión y entendimiento de las sagradas escrituras:

En Berechi/Génesis podemos apreciar que el Shaddai creó la humanidad, machos y hembras los creo. ¿Cuál fue el propósito del Shaddai, al crearlos con sexo masculino y femenino?

Obviamente para que fueran parejas, que sean uno delante de ÉL y puedan procrearse y heredar la tierra. Esta es la voluntad y el propósito en su esencia del Shaddai sobre su creación.

Sin embargo, podemos apreciar lo que ha querido imponer su creación a través de organizaciones como “Derechos Humanos Internacionales”. El hombre, a través del tiempo, motivado a sus inclinaciones y debilidades, ha querido cambiar las reglas del juego establecidas desde el principio de su creación, buscando justificarse, para imponer lo inmoral, su debilidad producto de su iniquidad, que no es más que corrupción y/o contaminación de lo puro, de lo sano.

El hombre a través de los medios de comunicación, ha promovido el homosexualismo, tratando de convencer a la sociedad, para contaminarla con su iniquidad a consecuencia de su debilidad, rompiendo y rechazando la voluntad del Shaddai en el propósito de su creación.

Justificaciones de estas personas sobran, quieren que la sociedad los acepte en su condición de iniquidad, contaminando y exterminando la voluntad y propósito del Shaddai.

Y es aquí, donde el hombre empieza a seguir sus propias reglas, su voluntad, su corazón, sus propias doctrinas, su propio entendimiento. Muchas personas están claras con esta explicación, y según ellos están en los caminos del Shaddai.

Lo voy a explicar desde otro punto de vista: “Un matrimonio de un hombre con una mujer, es la forma correcta, pura, sana y en la voluntad y propósitos del Shaddai, pero cuando sea el hombre o la mujer que desee imponerle una relación de tres y del mismo sexo, destruye totalmente la relación inicial”. Esto es la corrupción, la contaminación, la muerte, la iniquidad, la voluntad del hombre.

He conocido mujeres lesbianas, que en su apariencia se puede observar que son más hombres que el mismo real, como también hombres homosexuales, más femeninos que la misma mujer en su realidad, es increíble la capacidad del hombre de transformarse y adaptarse a lo que en su esencia no es, viviendo en un mundo virtual producto de su mismo engaño. Toda esta mentira, solo se destruye en su esencia desde el nacimiento, y esto tiene que ver es que cuando van a orinar, siempre los destruirá su verdad, verán su propio origen representado en sus genitales que les aclara su verdadero sexo.

Éste comportamiento humano es tan maldito por el Shaddai, que aunque vivan juntos como parejas, no podrán procrear, no dando generación de relevo de ellos mismo, es decir, su exterminio. ¿Y sabes cuál es la forma correcta, sin importar el método de procrear?

Se verán obligados a adoptar niños, que fueron adquiridos de la forma natural como el Shaddai lo ha establecido desde el principio de su creación, y esto tiene que ver con esperma y un ovario, representados en el hombre y la mujer.

Con esto quiero decir, que la voluntad de nuestro Shaddai, siempre estará por encima de la nuestra, y que cuando nos inclinamos por nuestros caminos, estamos destinados al exterminio de nosotros y de la especie en la tierra.

Esa creencia, de aceptar al otro como es, es decir, bajo su condición, formación y doctrina de iniquidad, es errada. Recuerden: “UN FRUTO PODRIDO, TERMINA DAÑANDO TODO EL GUACAL”.

El propósito del hombre en la tierra es ser Kadosh, es decir, “APARTADO DE TODAS ESAS COSAS Y ESTAR EN LOS CAMINOS DE ÉL, QUE ES SU VOLUNTAD”