Para saber primero si estoy en el plan de redención, debo
primero saber que es la redención bajo el contexto de la Torah, vamos a profundizar
en el proceso de la redención.
Bereshit/Génesis
1.1
En el principio Elohim Alef-Tav creó los
cielos y la tierra.
Esto hace
referencia que el Shaddai creó los cielos, la tierra y todas las cosas a través
del alefato hebreo, el alefato hebreo es la palabra expresada del Creador, y esto
lo podemos ver solo en el contexto hebreo y si buscamos el orden del alefato, usted
se dará cuenta que el Alef es la primera palabra y la Tav la última. De allí
viene la interpretación bajo el contexto cristiano que ÉL es el principio y el
fin.
1.2 La tierra estaba invisible y sin terminar, la oscuridad estaba sobre
la faz del abismo, y el Ruaj de Elohim se movía sobre la superficie de
las aguas.
La tierra en ese momento hace referencia al hombre, desde el momento en que
nace, está en una condición gentil o pagana, la oscuridad/tinieblas representa
la maldad del hombre y la faz del abismo la inclinación de nuestro corazón al
mal, las aguas representan la vida, nacimiento, pureza, principio. Por esta
razón el agua es necesaria para el planeta, para los seres vivos, las plantas y
en su esencia que es la purificación conocida como la inmersión o Tevila.
1.3 Entonces Elohim dijo: "Sea la luz"; y hubo luz.
Nuestro Creador tiene un orden para su creación, y aquí hasta ahora
estamos en el transcurso del día uno, y sin embargo nuestro Creador en este
momento de la creación, desde la oscuridad/tiniebla hizo la luz. Más adelante
nos daremos cuenta que solo en el cuarto día nuestro Padre creo las lumbreras,
como el sol y la luna, la pregunta es ¿a qué luz hacía referencia nuestro Padre...?
Esa luz representa el Meshiaj, el plan de redención, la palabra de ÉL en
nosotros, representa nuestra salida de Egipto o Babilonia, nuestra libertad
plena y el pueblo kadosh del Eterno que es Yisra’el. (Yeshúa les
habló de nuevo: "Yo soy la luz del mundo")
1.4
Elohim vio que la luz era buena, y Elohim dividió
la luz de la oscuridad.
Aquí nuestro
Padre separa al gentil o pagano esclavos del mundo de su pueblo kadosh. A esto
se debe que no se debe mezclar el trigo con la sisaña, ni sembrar granos
distintos, como vestir con hilos distintos, etc. Esta división aclara que todas
las bendiciones son destinadas a su pueblo Yisra’el, lo demás no cuenta para
ÉL, porque aunque están vivos en el mundo, para ÉL están muertos. Solo siendo
parte de su pueblo kadosk obtendrá los beneficios y las bendiciones en su plan
de redención.
1.5
Elohim llamó a la luz día, y la oscuridad llamó
noche. Así que hubo noche, y hubo mañana, un día.
De esta manera han
quedado las cosas desde el primer día, hay dos pueblos hasta la presente, uno
kadosh quien recibe la luz y uno perdido en el mundo que recibe la oscuridad, y ¿sabe usted quien es la luz que resplandece en la oscuridad?, el Meshiaj.!, él nos trae el mensaje de salvación de su Padre, para que por medio de ÉL logremos salvarnos con sus instrucciones.
1:6 Elohim dijo: "Sea el
firmamento en el medio del agua; se divida el agua del agua."
1:7 Elohim hizo el firmamento y dividió el agua
debajo del firmamento y sobre el firmamento; así es como fue,
1:8 y Elohim llamó el firmamento Cielo [shamayim] y
Elohim vio que era bueno. Así que fue la noche, y la mañana del segundo día.
Hemos observado que el Creador en el primer día creo los cielos y la
tierra, es decir dos mundos, uno material y otro espiritual, y en un principio
las aguas de vida eran una sola, pero el Eterno las dividió según su condición.
Podemos observar que las aguas que permanecen con nosotros la podemos ver,
tomar, usar, pero la que permanece en los cielos[shamayim] no la podemos ver,
ni tomar pero si respirar en el oxigeno para mantener nuestro aliento de vida
suministrado por ÉL.
Estas divisiones o separaciones que hizo nuestro creador en el
principio aún permanecen en nosotros, esto es la verdad verdadera, la que no se
puede refutar y esta entre nosotros, independientemente la religión que sigas, nosotros
somos un alma viviente gracias a la esencia de vida de nuestro Creador en
nosotros, que es lo mismo que la tierra tiene vida solo gracias a los cielos, y
podemos apreciar siempre que lo material solo tiene vida por causa de lo
intangible.
Podemos resumir según lo anteriormente expuesto, que todos los humanos
sin excepción inicialmente estamos en una condición gentil o pagana, donde no
tenemos ley debido a que no tenemos pacto con el Creador, pero esa condición
puede cambiar en el momento de recibir la luz (Meshiaj), y ser parte de ese
pueblo kadosh llamado Yisra’el, y asumir con fe, obediencia y amor nuestros
deberes como parte de ese pueblo y tener los mismos derechos delante de ÉL.
Shalom Al Pueblo De Yisra’el
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